Si alguna vez has sentido que tus publicaciones y anuncios en redes sociales no generan ventas reales, en esta página vas a entender por qué el email puede ser el canal más rentable… cuando se hace bien
Te contaré una breve historia para que lo entiendas…
Cuando lancé mi primer curso online, hice todo lo que “se suponía que tenía que hacer”.
Publicaba a diario en Instagram. Subía historias mostrando mi día. Hacía lives con invitados.
Me grababa hablando frente a cámara aunque no me gustara.
El engagement era bueno, los comentarios eran positivos, los seguidores iban creciendo…
Pero cada vez que abría el CRM con las ventas, la sensación era la misma:
"¿Tanto esfuerzo para esto?"
Me decía a mí mismo que quizás solo necesitaba insistir un poco más, hacer mejores videos, grabar más reels…
Hasta que un día, después de grabar 3 stories, 2 reels y una clase gratuita que apenas vio el 10% de los inscritos, me senté frente al computador y me hice una pregunta incómoda:
¿Y si todo este esfuerzo está mal enfocado?
Fue entonces cuando recordé algo que había aprendido años atrás, pero que había dejado de lado por la “moda de las redes”:
el email marketing.
Sí, el viejo y “aburrido” email.
Ese que muchos daban por muerto y que dicen que ya no funciona.
Ese que nadie te enseña bien.
Entonces decidí hacer algo:
Empecé a escribirle a diario a mi lista de suscriptores con una nueva mentalidad:
no como boletines fríos y corporativos, sino como si estuviera hablando con una persona real.
Y entonces pasó algo curioso.
Una suscriptora respondió:
“Gracias por este mensaje. Justo necesitaba leer esto. ¿Dónde puedo comprar tu curso?”
No había oferta.
No había botón.
Ni siquiera había llamado a la acción.
Pero algo había cambiado.
No era la audiencia.
No era el producto.
Era la conexión.
Ahora, cada email que mando es como una conversación.
Y cada conversación, bien hecha, trae ventas.
A veces el mismo día.
Otras veces semanas después.
Pero ya no siento que empiezo de cero cada mañana.
No tengo que luchar contra el algoritmo.
Ni depender de que un video “se vuelva viral”.
Y esto es lo que descubrí:
No necesitas más visibilidad. Necesitas más conexión.
Y la forma más simple y poderosa de lograrlo…
Es tener una estrategia de email marketing de respuesta directa que realmente funcione.
Una estrategia diseñada para ti.
Para tu negocio.
Para tu voz.
Desde entonces, no he vuelto a sentir esa frustración de hacer todo bien… y que nada pase.
Hoy, cada vez que abro el correo, no solo veo respuestas, veo oportunidades.
Clientes que consultan, que compran, que vuelven.
Y todo eso, con emails escritos con intención, con estrategia, con una voz que realmente conecta.
Esa es la diferencia cuando dejas tu email marketing en manos de alguien que entiende cómo escribir para vender… sin sonar a vendedor.
Y eso es, precisamente, lo que podemos hacer contigo:
Por cierto, no necesitas saber nada de email marketing, ni escribir bien, ni tener ideas.
Tampoco vas a tener que estar aprobando cada palabra, revisando textos o preguntándote si lo estás haciendo bien.
Este servicio está diseñado para que tú no hagas nada.
Solo necesitamos conocerte, entender tu negocio… y nosotros nos encargamos del resto.
Es como tener un equipo que te conoce de memoria y escribe por ti.
Y lo mejor: no se cansa, no se olvida, no improvisa.
Y aquí es donde muchos se confunden.
Piensan que tener “mejores emails” es cuestión de escribir bonito, mandar flyers con frases creativas o enviar de vez en cuando un artículo de Blog.
Pero no.
Si crees que nuestro trabajo es solo escribir correos que suenan bien…
estás a punto de descubrir por qué eso es apenas la superficie.
Nuestro verdadero trabajo es darte un plan claro que mantenga tu comunicación alineada, te posicione de forma sólida, venda de manera consistente y haga que tus clientes quieran seguir contigo.
Para lograrlo, seguimos un método de 4 pasos muy claros:
Antes de enviar un solo correo, necesitamos saber qué está impidiendo que tus ventas crezcan.
Y te aseguro que, en la mayoría de casos, no es “el asunto que no abre” o “la falta de una oferta irresistible”.
Esos son síntomas. Nosotros vamos a la causa.
Cuando das con la causa real, todo lo demás se acomoda.
No escribimos basándonos en suposiciones ni en lo que “creemos que va a gustar”.
Hacemos un trabajo profundo de investigación sobre tu mercado, tu competencia y tu cliente.
Queremos saber qué le preocupa, qué lo frena, qué le motiva… y en qué momento exacto está listo para dar el siguiente paso.
Porque un buen email no es un adorno: es la respuesta precisa que tu cliente estaba esperando leer.
Aquí es donde dejamos de disparar al aire y empezamos a apuntar con precisión.
No se trata solo de cerrar ventas, sino de mantener viva la relación con tus clientes para que piensen en ti cada vez que necesiten lo que ofreces… y para que te recomienden.
Esto requiere mensajes en el momento justo, antes y después de la compra, todos con un objetivo claro.
Con todo lo anterior hecho, escribir se vuelve mucho más que poner palabras bonitas:
Se trata de crear mensajes que despierten interés, activen el deseo y hagan más fácil decir “sí” que “no”.
Por eso, no te entregamos “correos bien redactados”.
Creamos un sistema diseñado para que no pierdas más ventas ni clientes por falta de seguimiento o por improvisar tu comunicación.
Ahora que ya conoces el método, te toca decidir:
seguir enviando correos a ciegas (o peor, no enviarlos)
…o empezar a usar tu lista como un activo real que genera clientes cada semana.
El siguiente paso es simple:
rellenar el formulario con la información de tu empresa para que pueda analizar tu situación y ver si podemos trabajar juntos.
No es un formulario automático que nadie mira.
Cada respuesta que dejes la voy a revisar personalmente para entender tu situación, tu mercado y tus objetivos.
Cuando lo reciba, me pondré en contacto contigo para agendar una llamada, resolver dudas y mostrarte cómo podemos aplicar esta estrategia en tu caso específico.
Importante:
Trabajo con un número limitado de clientes al mes, para poder dedicarles la atención que necesitan.
Si quieres que tus clientes pasen de un estado emocional de indiferencia a otro donde la idea de trabajar contigo les emocione...
Rellena el formulario. Con interés.